Hoy sigo con el trasfondo del Comando Lorenzo, y le toca a Wulfrik, del cual ya visteis como me ha quedado pintado en esta entrada.
Espero que os guste tanto como los anteriores ^^
Wulfrik
La verdad es que de Wulfrik se dicen muchas cosas, muchas
ciertas y algunas son meras falacias, pero si algo es cierto es que es un
auténtico hijo de Leman Russ.
Su llegada a las filas de los Cazadores de Xenos es
relativamente reciente, pero ese carácter tan genuino de su semilla
genética le ha permitido entablar fuertes lazos de amistad y camaradería con
todos los miembros del Equipo de Eliminación rápidamente, bueno, con casi todos. El Hermano
Gideon sigue sin comulgar en exceso con los métodos digamos, poco ortodoxos, de
Wulfrik, pero incluso Gideon sabe apreciar su compañía dentro y fuera del campo
de batalla.
Y es que aunque Wulfrik sea un guerrero formidable su papel
fuera de la refriega no es menos importante, es de todos los miembros del
comando el que más disfruta de los banquetes siempre que tienen lugar y se
produzcan donde se produzcan nunca falta la hidromiel en manos de Wulfrik, a
pesar de que ninguno de sus hermanos sabe muy bien de dónde la obtiene.
Wulfrik proviene de la Gran Compañía de Kjarl Grimblood quien le escogió personalmente para servir en los Guardianes de la Muerte con la promesa de que si regresa al Colmillo con su deber como Cazador de Alienígenas cumplido será ascendido a Guardia del Lobo, y es que además, según Kjarl, "En estos tiempos oscuros, donde todo es una amenaza, necesito a mis mejores hombres de vuelta a mi lado con el mayor conocimiento posible de los enemigos del Imperio, y cuando antes, de modo que no se te ocurra morir Wulfrik, te lo ordena tu Señor".
Tras esas palabras, con una palmada en la espalda por parte de Kjarl Grimblood y después de un banquete de despedida en el Colmillo, Wulfrik partió hacia Haltmoat en una nave totalmente negra, no sin gran pesar en su corazón por dejar Fenris y a sus hermanos de manada atrás, pero estando también seguro de que volvería a verlos.
Wulfrik proviene de la Gran Compañía de Kjarl Grimblood quien le escogió personalmente para servir en los Guardianes de la Muerte con la promesa de que si regresa al Colmillo con su deber como Cazador de Alienígenas cumplido será ascendido a Guardia del Lobo, y es que además, según Kjarl, "En estos tiempos oscuros, donde todo es una amenaza, necesito a mis mejores hombres de vuelta a mi lado con el mayor conocimiento posible de los enemigos del Imperio, y cuando antes, de modo que no se te ocurra morir Wulfrik, te lo ordena tu Señor".
Tras esas palabras, con una palmada en la espalda por parte de Kjarl Grimblood y después de un banquete de despedida en el Colmillo, Wulfrik partió hacia Haltmoat en una nave totalmente negra, no sin gran pesar en su corazón por dejar Fenris y a sus hermanos de manada atrás, pero estando también seguro de que volvería a verlos.
Pero ahora, al menos por el momento, Wulfrik tiene unos nuevos hermanos, una nueva manada y el hijo de Russ adora contar historias de su Fenris natal al
abrigo de una buena hoguera, historias de krakens y de bestias monstruosas del
tamaño de planetas, de héroes ya olvidados y de los que nunca se olvidan. En
esos momentos Wulfrik se siente feliz, se ve junto a sus hermanos como lo estuvo
su Padre y el Padre de Todo hace 10.000 años, todos diferentes, todos de
lugares diversos, pero hermanos al fin y al cabo…
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