Hoy domingo os traigo la segunda parte del trasfondo de mi Inquisidor Kir Kanos, trasfondo que está avanzando conforme jugamos nuestra campaña navideña, para el que se perdiera la primera parte la puede volver a leer aquí.
Espero que os resulte ameno e interesante.
Kanos ya había visto esto, ya sabía lo que ocurría. Para el Inquisidor no era nada nuevo ver una horda necrona avanzar sin aparente coherencia hacia un punto del campo de batalla, conocía sus intenciones y comprendía perfectamente que si se apoderaban del generador central de Urdesh sus protocolos de despertar se acelerarían peligrosamente, pero no era necesario apresurarse, menos aún cuando podía divertirse un poco desde la seguridad de su transporte aéreo.
Asomado en la escotilla de su Valkyria personal, la Muerte Roja, Kir Kanos podía ver cómo su verdadero objetivo, el Mariscal Karl de los Templarios Negros luchaba por su inútil vida una vez más, solamente apoyado por su cabezonería insensata mientras los Necrones le rodeaban dispuestos a cobrarse una presa fácil, demasiado fácil. En ocasiones Kir Kanos se preguntaba si el Emperador supo realmente lo que hacía al crear a los Marines Espaciales, pues para encontrar a un verdadero líder entre ellos como Dante, el eterno, debes antes cruzarte con cientos de seres descerebrados sin más motivación estratégica que su absurdo orgullo vacío...
Finalmente Kanos decidió descender al campo de batalla en busca de nueva tecnología Xeno que aprovechar para sus propios fines, y mientras sus "aliados" luchaban por sus insulsas vidas el Inquisidor se acercó a los generadores de penumbra, artilugios arcanos capaces de anular los poderes de los psíquicos en caso de estar activos. Por suerte para Kanos las gigantescas Arañas Canópticas aún no estaban a pleno rendimiento y su aura oscura aún era una mísera sombra. Un par de golpes de su espada bastaron para poner los dispositivos arcanos en su poder mientras el grito de dolor de Karl resonaba por el campo de batalla.
Todo iba según lo previsto; y mientras Kanos volvía a subir la Muerte Roja pudo ver cómo el Líder Supremo activaba el generador del despertar ante las narices de Antía, Canonesa de las Hermanas de Batalla para después desaparecer con su horda de máquinas sin vida.
Sin duda la Canonesa necesita una seria lección sobre cómo cumplir su cometido en el campo de batalla y Kir Kanos se iba a encargar personalmente de dársela si es que la torpe Hermana conseguía sobrevivir un poco más...
CONTINUARÁ
Como veis es un Inquisidor en toda su expresión, nada está por encima de él y lo sabe. Sigue sus propios objetivos sin tener que dar cuentas a nadie, y eso siempre puede ser peligroso.
Un saludo.
Mingu.
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